Me encantaría decirles que mi casa es Plastic Free, pero siendo sincera, no es nada por el estilo. Cuando empecé en este camino de ser más consciente en términos ambientales, me di cuenta que TODO viene con plástico. Para mí personalmente ha sido muy difícil lograr bajar el consumo de plásticos, pero con pequeños cambios lo he ido logrando. Sé que aún no he llegado al ideal, y me falta para lograrlo, pero siento que estos son pequeños pasos. No puedo pretender dejar de consumir plástico de un día para otro, entonces, les voy a compartir algunos de los cambios que he hecho para lograr usar una menor cantidad.
El primer cambio que empecé a aplicar fue el de llevar mi botella de agua a TODAS partes. Es muy chistoso porque no salgo de mi casa sin mi botella. Literalmente la llevo a restaurantes, a la oficina, a mis viajes...¡A todas partes! Ésto me ha evitado comprar muchas botellas de plástico. En la mayor parte de lugares, el agua de la llave se puede consumir sin problema. Por ejemplo, en los restaurantes, en vez de pedir botellas, pido que me recarguen mi botella o que me traigan agua de la llave. Este nuevo hábito ha sido muy bueno, no solo para el medio ambiente, sino también para mi bolsillo.
Otro cambio que me ha ayudado a reducir mi consumo de plástico es que en el momento de comprar verduras no las pongo en las bolsas de plástico, sino que las voy metiendo todas en la misma bolsa (de tela) o en el carro de mercado sin bolsa. ¡Ah! y además intento comprar verduras y frutas que no vengan envueltas en plástico (¿para qué quiero unos bananos envueltos en plástico si su cáscara es suficiente para protegerlos?). EL hábito número dos que he desarrollado es muy sencillo: no empaco las frutas en bolsas, ellas ya están diseñadas para protegerse del entorno.
El otro aspecto es no usar pitillos de plástico. Éste es más costumbre que otra cosa, un día alguien me dijo: "pero ya que, si ya están hechos" y esta es la mentalidad que tenemos que cambiar. Si muchas personas empiezan a decir que no quieren pitillos, la industria de los pitillos va a reducir su producción y habrán menos pitillos en el mundo porque ya nadie los compra. Es importante entender que hay personas que, por diferentes circunstancias, necesitan hacer uso de un pitillo pero creo firmemente que debemos buscar nuevos materiales.
Hay otros cambios que pueden ser más drásticos y difíciles como por ejemplo comprar productos de aseo personal que no tengan empaques plásticos o que no sean plásticos: usar el cepillo de dientes de bambú, el cepillo de pelo de bambú, cambiar la crema de dientes clásica por una natural que viene en un tarro de vidrio, usar shampoo en barra, etc. Estas son cosas que yo aplico en mi vida, pero no espero que alguien que está empezando este camino lo haga inmediatamente. Esto requiere cambios de hábitos mucho más profundos pero poco a poco, se puede lograr.
Por último, hay un tip súper chévere que aplica muy bien a todo esto y es: estar preparado. Hace poco, cuando estaba viajando, salí a almorzar y me dieron unos cubiertos de plástico. Yo sólo pensaba: "si tan solo hubiera traído mis cubiertos de bambú me hubiera ahorrado estos". Igualmente, cuando me compre un café y no llevaba conmigo mi "taza" de café, o cuando fui a tomar un café helado y no tenia mi pitillo de vidrio, o alguna vez que salí de compras y olvidé las bolsas de tela en mi casa. La cantidad de plástico que hubiera ahorrado si tan solo hubiera estado preparada es muy alto. Con esto no busco que carguen todos los implementos eco-amigables que hay en su casa todos los días. Pueden comenzar con identificar en qué utilizan más plástico al día y buscar una solución para eliminarlo.
Soy consciente de que este es un proceso. Para mí ha sido tan difícil como para muchas personas. Pero estoy segura de que poco a poco, paso a paso podemos cambiar nuestros hábitos para eliminar el plástico de nuestras vidas.